TESTIMONIOS

Christiane Heinrich 

Cuando tomé la decisión de trabajar en el extranjero, me enfoqué en Sudamérica. Después, aunque no sabía nada de Centroamérica, encontré Guatemala, un país del que no sabía mucho como lo expliqué anteriormente. 

Y hasta ahora, no me arrepiento de eso. Guatemala es un lugar emocionante, con colores que te sorprenden. Aunque ya llevo más de tres años aquí, me sigue pareciendo increíble saber que vivo en un lugar que tiene volcanes activos, el océano Pacífico al alcance, está rodeado de ciudades mayas y no olvidemos a las personas increíblemente amables que uno encuentra aquí. No conozco otro país de Latinoamérica que tenga una cultura y tradiciones tan vivas que además, están presentes en el día a día. Pienso que los alumnos del DSG son creativos, siempre están contentos y son amables. Uno se da cuenta rápido de todo el tiempo que pasan juntos en el colegio. 

Eso permite que se forme una enorme familia. También existe en el colegio una unidad que no he visto en Alemania. Eso produce un sentimiento de que uno es parte de una comunidad escolar. Algo que me alegra todos los días, es ver a los colibrís volando alrededor de los edificios escolares.

Ramón Schlemmer 

Soy ingeniero en electrónica y mientras trabajaba en Guatemala como Freelance, recibí una invitación para suplir a un maestro durante un período de clases en el Colegio Alemán. Ya pasaron 18 años de eso, me encanta enseñar y además, coordino el programa de Ingreso Lateral en el DSG. Vine a Guatemala por primera vez cuando era un niño y de alguna manera, siempre me hacía querer regresar.